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Vacaciones sin preocupaciones: cómo evitar contagios durante el viaje

Ya están a la vuelta de la esquina: comienzan las vacaciones de verano y con ellas arrancan los viajes. Muchos comienzan a conducir hacia el Cantábrico o el Mediterráneo justo después del último día de colegio. Quien necesite hacer un descanso en carretera, puede dirigirse a una estación de servicio para descansar un momento, comer algo o refrescarse en los baños. Lo ideal es que estén limpios, sin gérmenes y que dispongan de suficiente jabón y toallas desechables para cubrir toda la demanda al inicio del periodo vacacional. Al fin y al cabo, lavarse las manos regularmente durante los viajes con altas temperaturas es especialmente importante, ya que el clima cálido y húmedo acelera la propagación de bacterias y gérmenes que transmiten enfermedades. Por supuesto, esto no solo se aplica a las áreas de servicio de las autopistas; quien realiza un viaje en tren o en avión también necesita lavarse bien las manos, tanto en la estación de tren o el aeropuerto como en los aseos del tren o el avión.

Pero, ¿qué pasa si las instalaciones para lavarse las manos dejan mucho que desear o si quien ha entrado antes no se ha tomado la higiene con tanta seriedad? (Supuestamente, solo un tercio de los hombres y dos tercios de las mujeres se lavan las manos después de utilizar el baño). Que la manilla de puerta que se utiliza para salir de las instalaciones sanitarias es una zona repleta de gérmenes que pueden causar todo tipo de enfermedades desagradables. Este peligro puede evitarse no tocando las manillas u otras superficies con las manos. Las puertas, por ejemplo, pueden empujarse (¡con cuidado!) con el pie para abrirlas o pasando una toallita desinfectante antes de tocarlas. Cabe señalar también que el asiento del inodoro está mucho menos contaminado con gérmenes que la manilla de puerta o la tapa del cubo del inodoro…

Por supuesto, sería aún más fácil si las manillas de estas zonas estuvieran equipadas con una superficie con efecto antibacteriano, como, por ejemplo, las manillas SecuSan® de HOPPE. Tienen el aspecto de manillas para puertas o ventanas normales, pero sirven para mucho más, ya que detienen la proliferación de gérmenes y bacterias en la manilla. Esto es posible gracias a los iones de plata de la superficie, que destruye la membrana celular de los gérmenes, de modo que bloquea la respiración y la alimentación de las células. La división celular se detiene, el germen muere y no puede desplazarse hasta el siguiente usuario. Además, como las manillas con superficie SecuSan® no requieren ningún tipo de mantenimiento, son perfectas para las instalaciones sanitarias que utilizan muchas personas durante el periodo vacacional. Aquí conocerá más detalles al respecto.

SecuSan® detiene los gérmenes en la manilla de la puerta

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