Las guarderías se consideran multiplicadores de infecciones de todo tipo: desde las infecciones víricas más bien inofensivas, pero igualmente incómodas, que van desde síntomas de resfriado o síntomas gastrointestinales, hasta infecciones bacterianas graves. Quien tenga un niño en la guardería o trabaje allí, bien lo sabe.
Para los padres que trabajan, las numerosas infecciones de la guardería son especialmente desagradables. Primero tienen que quedarse en casa para cuidar al hijo enfermo; poco después, suelen enfermarse porque se han contagiado de su niño. Quienes van a la oficina para no seguir aumentando el número de días de baja por enfermedad corren el riesgo de transmitir los gérmenes a sus compañeros, y la espiral de contagio sigue girando…
Las enfermedades comunes en sus instalaciones también suponen un gran esfuerzo para la dirección de la escuela infantil. Debe informar a los padres de forma exhaustiva (en el caso de determinadas enfermedades como el escarlatina, la tos ferina o la varicela, incluso al departamento de salud), buscar sustitutos para el personal fijo que también está enfermo y encontrar, junto con los educadores, formas de mantener la estabilidad de un grupo a pesar de las numerosas bajas por enfermedad.
Entonces, ¿qué se puede hacer para tranquilizar más la rutina de la escuela infantil y reducir las infecciones frecuentes? La palabra mágica es: ¡higiene! Lavarse las manos con regularidad es fundamental para proteger de los patógenos tanto a uno mismo como a los demás. Incluso los más pequeños deberían aprender esto, una tarea importante en la educación. En las guarderías hay algo más que se puede hacer para favorecer la lucha contra los gérmenes: instalar manillas para puerta con superficie antimicrobiana y antibacteriana de HOPPE. Se venden bajo la marca SecuSan® y pueden contribuir en gran parte a detener las olas de las enfermedades. Aquí descubrirá cómo funcionan exactamente.
SecuSan® detiene los gérmenes en las manillas de las puertas
Las manillas SecuSan® no se diferencian visualmente de las manillas “normales” de HOPPE en la puerta, pero gracias a una superficie especial con iones de plata tienen la capacidad de detener de forma eficaz la proliferación de gérmenes y bacterias en la manilla. En muy poco tiempo, el germen muere y se interrumpe la cadena de contagio.
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