Póngaselo difícil a los resfriados con las manillas SecuSan® de HOPPE
De repente, se vuelve a ver de nuevo en todas partes personas con pañuelos y estornudando. ¡Es época de resfriados! Si bien existen numerosas recomendaciones generales sobre cómo evitar los contagios de virus del resfriado, fortalecer el sistema inmunológico es la prioridad la mayoría de las veces. ¿Pero qué hacemos si, a pesar de todas las precauciones, cogemos un fuerte resfriado? En ese caso, es muy importante que no se sume a nuestro inofensivo resfriado ninguna otra infección bacteriana. Si es cuerpo ya está pasando un resfriado, otras bacterias como las que causan la sinusitis o la neumonía lo van a tener más fácil. Por tanto, en este momento es más importante que nunca llevar una higiene cuidadosa, por un lado, para protegernos de estas bacterias y, por otro, para no sobrecargar innecesariamente a las personas que se encuentran en las inmediaciones.
Evitar contagios a través de las manos
Para protegernos a nosotros mismos y a los demás de un mayor contagio, también es útil lo siguiente en caso de que ya exista un resfriado: ¡lavarse las manos, lavarse las manos y volver a lavarse las manos! Especialmente cuando corremos el riesgo de transmitir nuestros gérmenes, es decir, después de sonarnos y estornudar. Pero también cuando nos desplazamos a lugares donde el riesgo de contagio bacteriano es, según nuestra experiencia, alto, como el transporte público, consultas médicas, tiendas u oficinas abiertas con muchos empleados.
Al mismo tiempo, muy pocos son conscientes de que incluso tocar la manilla de una puerta es casi como dar la mano a un gran número de personas desconocidas (y a todos los gérmenes y agentes patógenos). Puede utilizar una estupenda idea para evitar esto: las manillas de puerta SecuSan® de HOPPE con efecto antibacteriano y antimicrobiano.
SecuSan® detiene los gérmenes en la manilla de la puerta
Las manillas SecuSan® no se diferencian visualmente de otras manillas “normales” pero, gracias a una superficie especial con iones de plata, tienen la capacidad de detener de forma eficaz el crecimiento de microbios en la manilla, es decir, bacterias, hongos o algas. En muy poco tiempo, el germen muere y se evita la transmisión del patógeno al siguiente usuario. Ya sea en la oficina, en la familia o en el colegio, con las manillas SecuSan®, se interrumpe una vía de transmisión de bacterias muy frecuente.
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